Lorena pensó que al casarse con Miguel Ferrero, el amor le alcanzaría para superar todos los problemas de rechazo que tenía con su suegra Rufina de Ferrero y algunos de sus otros hijos. Sin embargo, el destino le tenía preparada otra prueba aún más dura y antes de poder contarle a su esposo que estaba embarazada, éste desaparece en una tormenta.

La verdad que nadie sabe es que Miguel fue rescatado en una ciudad costera por unos pescadores que lo dejaron en manos de la doctora Silvia Rivero, quien lo ayuda a sobrellevar su amnesia, mientras poco a poco se va enamorando de este interesante desconocido. 

Mientras tanto y sin la posibilidad de trabajar por el alto riesgo de su embarazo, Lorena debe aceptar su nueva vida, mientras su suegra y Juan, otro de sus cuñados, planean cómo hacer desaparecer al viejo y apoderarse de la fortuna de los Ferrero, que con la supuesta muerte de Miguel, pasará a manos del esperado hijo de Lorena.